Tras fenómenos meteorológicos extremos, la aplicación de sulfato de magnesio en la reconstrucción agrícola postdesastre: la clave para una rápida recuperación del crecimiento de los cultivos
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Tras fenómenos meteorológicos extremos, la aplicación de sulfato de magnesio en la reconstrucción agrícola postdesastre: la clave para una rápida recuperación del crecimiento de los cultivos

06-08-2025
En los últimos años, los fenómenos meteorológicos extremos han ocurrido con frecuencia en todo el mundo. Desastres como lluvias torrenciales, inundaciones, sequías y granizadas no solo destruyen directamente los cultivos, sino que también causan daños a largo plazo a la estructura del suelo y al equilibrio de nutrientes. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la reducción global del rendimiento de los cultivos causada por fenómenos meteorológicos extremos en 2023 superó los 120 millones de toneladas, siendo la pérdida de nutrientes del suelo una de las principales razones por las que los cultivos son difíciles de recuperar después de los desastres. En este contexto, el sulfato de magnesio, como un suplemento eficaz de magnesio, se está convirtiendo en un elemento clave para restaurar rápidamente el crecimiento de los cultivos en la reconstrucción agrícola posterior a desastres.
Los daños causados por condiciones climáticas extremas al suelo y a los cultivos suelen tener una reacción en cadena. Por ejemplo, las inundaciones provocan una pérdida masiva de nutrientes solubles en agua (como magnesio, potasio, calcio, etc.) en el suelo con el flujo de agua, lo que resulta en el síndrome de deficiencia de nutrientes. Al mismo tiempo, el encharcamiento destruye la estructura de los agregados del suelo, lo que reduce la permeabilidad del aire, la hipoxia y la pudrición de las raíces. La sequía, por otro lado, compacta el suelo y los elementos de magnesio se solidifican en coloides, incapaces de ser absorbidos por las raíces, lo que finalmente presenta síntomas como amarillamiento de las hojas, estancamiento del crecimiento y reducción de la tasa de fructificación.
La razón por la que el sulfato de magnesio puede desempeñar un papel fundamental en la reconstrucción tras un desastre reside en sus propiedades químicas únicas y su valor agrícola. El magnesio es un componente esencial de la clorofila vegetal y participa directamente en la fotosíntesis. Además, es un activador de diversas enzimas, lo que afecta la síntesis de proteínas y el transporte de nutrientes. El contenido efectivo de magnesio en el suelo después de un desastre suele disminuir entre un 30 % y un 50 %, y el sulfato de magnesio (especialmente el sulfato de magnesio heptahidratado) se caracteriza por su alta solubilidad en agua y fácil absorción, lo que permite complementar rápidamente los elementos de magnesio que necesitan el suelo y los cultivos, y aliviar el síndrome de deficiencia de magnesio.
En la práctica, el uso de sulfato de magnesio debe ajustarse al tipo de desastre. Para suelos afectados por inundaciones, se puede combinar fertilizante base con pulverización foliar: se aplican de 5 a 10 kg de sulfato de magnesio por mu como fertilizante base, junto con una labranza profunda para mejorar la permeabilidad del suelo; al mismo tiempo, se diluye el sulfato de magnesio en una solución al 0,5% - 1% para pulverización foliar, una vez cada 3-5 días, 2-3 veces consecutivas, lo que alivia rápidamente síntomas como el amarillamiento y el rizado de las hojas. Para suelos compactados tras sequías, se recomienda primero aflojar el suelo mediante riego y luego mezclar el sulfato de magnesio con fertilizante orgánico para su aplicación. El efecto amortiguador del fertilizante orgánico mejora la eficacia de los elementos de magnesio y promueve la recuperación y el crecimiento de las raíces.
Las prácticas agrícolas en muchos países han confirmado el importante efecto del sulfato de magnesio en la reconstrucción tras desastres. Tras la inundación, una catástrofe centenaria, ocurrida en la cuenca del río Chao Phraya (Tailandia) en 2023, los agricultores locales utilizaron sulfato de magnesio combinado con otros fertilizantes para la remediación del suelo. Los arrozales recuperaron su crecimiento normal en 45 días tras el desastre, y el rendimiento por mu aumentó un 27 % en comparación con la superficie no tratada. Ese mismo año, tras aplicar sulfato de magnesio en olivares de zonas áridas del sur de España, el contenido de clorofila en las hojas aumentó un 34 % y el frondosidad de los frutos mejoró significativamente.
Los expertos agrícolas señalan que la remediación del suelo tras fenómenos meteorológicos extremos debe aprovechar el período de recuperación dorada, y la rápida suplementación de magnesio del sulfato de magnesio satisface esta necesidad. La suplementación oportuna de magnesio puede permitir que los cultivos reanuden la fotosíntesis en el menor tiempo posible tras el desastre y acumulen energía para el crecimiento posterior, enfatizó la Dra. Elena Santos, investigadora del Instituto Internacional de Fertilizantes de Magnesio (IMI), en el último informe. En comparación con los fertilizantes de magnesio tradicionales, el sulfato de magnesio ofrece una mayor relación calidad-precio y es adecuado para diversos tipos de suelo, lo que lo convierte en una opción económica y eficiente para la reconstrucción posterior a desastres.
Ante la creciente incertidumbre climática global, el desarrollo de la capacidad agrícola para resistir desastres se ha convertido en el foco de atención de todos los países. Como producto agrícola multifuncional, el sulfato de magnesio no solo desempeña un papel clave en la reconstrucción posterior a desastres, sino que su aplicación en la producción agrícola diaria puede mejorar la resistencia de los cultivos al estrés (como la resistencia a la sequía y a las enfermedades), reduciendo así las pérdidas causadas por fenómenos meteorológicos extremos.
Para los profesionales agrícolas, el almacenamiento científico del sulfato de magnesio y el dominio de las tecnologías de aplicación tras desastres se convertirán en medios importantes para afrontar el cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria. En el futuro desarrollo sostenible de la agricultura, el valor de los suplementos nutricionales eficientes, como el sulfato de magnesio, cobrará cada vez mayor relevancia ante el aumento de fenómenos meteorológicos extremos.


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